Juan José Millás: Nosotros estamos hechos de palabras. Cuando nacemos, alguien toma en sus brazos ese trozo de carne fresca y comienza a amasarlo con palabras. Somos niños o niñas, altos o bajos, feos o guapos, porque nos cuecen en una salsa de adjetivos, pronombres, verbos, adverbios y preposiciones. El corazón mata, pero las palabras también. Vamos al cardiólogo cuando nos duele el corazón, pero no se nos ocurre acudir al gramático cuando nos duele la vida. Es cierto: a veces no eres capaz de sacar adelante el proyecto que tenías de ti y te sale un individuo detestable.
Pero si dispones de los recursos verbales necesarios para darte cuenta, quizá puedas rectificar. Me pregunto si no nos habremos convertido en las sociedades y en las naciones y en los países equivocados. Y si todavía estamos a tiempo de construir una frase tan sencilla, pero tan eficaz, como la de esa novela: érase un mundo (aquí léase país, y sígase leyendo Argentina n. del a., o sea yo) que descubrió que se había convertido en un mundo equivocado. Hay que hacer un pequeño esfuerzo sintáctico pero vale la pena. Viva la gramática. (El país, 11/10/02).
EL ESCRITOR
(Arturo Pérez Reverte El mundo 22/11/2012)–Uno es el resultado de lo que lee. Un escritor es una mirada, lo que la vida te deja en los ojos. Escribir es una forma de mirar
El mayor don del ser humano sobre los excesos de la especie y sus mezquindades es la indiferencia. Y no porque a uno lo tenga ya todo, sino porque no necesita casi nada. Es la estética asumida como ética. Cuando llevas mucho camino andado, muchas guerras, desastres y años encima. Cuando la vida empieza a machacar sistemáticamente aquellas cosas en las que creías, entonces te encuentras desamparado. Los años te quitan certezas y te van aportando una firme claridad. Sobre todo para mí lo que me queda es un enorme desprecio por los idiotas.
-Umbral s/Cela: Acá se ve lo novelista que es, no deslizándose jamás hacia especulaciones que es el lector quién debe hacerlas. Cela nace escritor cuando descubre que puede escribir de las cosas que le rodean, grandes y pequeñas, antiguas y actuales, viejas y nuevas, y eso es ya literatura.
–Ramón PernásLa literatura está en retroceso. Los libros en alza. Cada libro nuevo es un test con las ilusiones del primerizo. Guardo una relación de vida íntima con la literatura. No podría vivir sin la literatura: como escritor y como lector. En el fondo creo que escribo porque soy un buen lector. He crecido, me he formado, he vivido y sigo viviendo dentro de una cultura libresca.
Mempo Giardinelli: Pienso que toda buena vocación literaria se origina, inexorablemente, en la lectura. Es la lectura la que moldea al escritor. No creo que nadie decida ser escritor. Uno ama la literatura y acaso un buen día descubre que también escribe.
–Escritor es el que se para a pensar el adjetivo (F.Umbral)
-Eres escritor si por grande que sea el dolor que encuentres en tu camino, posees la cualidad de convertirlo en literatura, es decir, en felicidad para los demás. (Maruja Torres – Mientras vivimos).
-No se escribe en medio de un gran dolor, sino con el recuerdo de un gran dolor (Enrique Santos Discépolo).
-La literatura es lo único que te protege de las heridas y los golpes de la horrenda vida auténtica. Para escribir hay que dejar de ser escritor, hacerse pasar por otro, convertirse en un extranjero. (E.Vila Matas – La Nación 20/2/06).
-Así como dijo Unamuno que el lenguaje es la sangre del espíritu, la tinta roja es la representación de esta sangre (Ramón escribía con tinta roja)- Respondo de ese modo a la máxima de Nietzsche según la cual es escritor aquel que escribe con su sangre” (GOMEZ DE LA SERNA)
-La materia para el escritor es la memoria, no hay otra. Pero la memoria en vigilia, despierto. (Idem).
La prueba que hay que aplicarle a todo lo que uno escribe es la de los ojos. Si no se puede ver lo que una está escribiendo es porque lo que está escribiendo tiene algo que falla. Cada historia tiene su lenguaje, hay que buscar cómo se expresa cada personaje.
Si no aciertas con las palabras se te escapa lo que estás contando por más que lo hayas investigado, que lo conozcas. El personaje finalmente me habló, pero antes de ser quien es fue como personas distintas. La tiranía del buen gusto y la condena de lo cursi son formas veladas de censura. En la medida en que se tacha de cursi a los sentimientos, las creencias y las convicciones pasan también a ser cursis. Por eso alguien con profundos ideales políticos no entra dentro del cinismo contemporáneo, aparece como ingenuo. La rebeldía siempre aparece como ingenua porque lo que no es ingenuo es lo que tiene que ver con el poder. La locura produce miedo porque significa andar por un mundo tan complejo como éste con la brújula interior apagada. Eso es un abismote aislamiento, de soledad. (Laura Restrepo – Clarín 30-9-2006).